Tener una dieta saludable es
una urgente necesidad en estos días. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) “La
mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad
se cobran más vidas que la insuficiencia ponderal” (peso inferior al que corresponde a la edad). Por eso debemos tomar en serio el cuidado de
nuestra salud especialmente ahora en medio de esta pandemia.
Esta dieta debe ser
balanceada con minerales, proteínas frutas, y vegetales. No hay que
ser un experto para saber que mientras menos grasas saturadas, comidas
chatarras, bebidas carbonatadas injerimos, nuestra salud será mejor. Debemos
agregar el ejercicio a esta fórmula para que se complemente todo. Una
caminata o trotar por media hora tres veces a la semana son suficiente.
Si eres más exigente y tus condiciones físicas te lo permiten puedes
hacer cardios o practicar algún deporte tres veces por
semana.
Estar hidratado es muy
importante. El agua es clave. Beber un poco de agua antes, y después del
ejercicio. Durante el día recuerda mantenerte hidratado y nunca beber
agua mientras estas comiendo. Es recomendable tomar agua 30 minutos
antes de ingerir alimentos o una hora después de haberlo ingerido. El
proceso de digestión será mejor y más efectivo.
Debemos cuidar este tesoro precioso llamado salud y ser agradecido con Dios por habernos premiado con este maravilloso don. El mismo quiere que nos preocupemos por nuestra salud física, mental y espiritual. La palabra de Dios nos indica: Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente (3 Juan 1:2 – NVI).
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